Los descartes pesqueros, las capturas no deseadas (ya sea por razones de tamaño, por encontrarse en mal estado o por ser especies no comercializables) que se devuelven al mar son uno de los principales problemas en la gestión de la pesca y para los que hay que buscar soluciones, «con el fin de evitar el desperdicio sin sentido de una biomasa valiosa». Así lo indica José María Bellido, director del Centro Oceanográfico de Murcia, uno de los investigadores que participan en el proyecto Life iSeas, que lidera el Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC y que se desarrolla en Galicia.

Más información aquí